Blogia
ENTRE LINEAS

Lágrimas

Lágrimas

Hoy he ido a un funeral. Es el segundo en dos meses. No eran familiares pero si personas próximas. Tan cercanas que sientes su desaparición más que cualquier tío o tía que solo conoces de referencias fotográficas o porque un día apareció en tu comunión o en tu boda. En ambos casos se trataba de buenas personas. De anónimas buenas personas... La primera fue mi compañero de despacho durante más de ocho años. Un cáncer se lo llevó a los cincuenta y cuatro años. La segunda, la esposa de un amigo de la familia con quién compartimos veinticinco años de vida. Un cáncer acabó con ella a los sesenta años, después de una lucha de dos contra la enfermedad.

 

Mientras compartía el desconsuelo de sus allegados no he podido dejar de pensar en las miserias de l@s que quedamos. Nuestras absurdas batallas por poseer voluntades y bienes. Nuestras mentiras para aparentar lo que no somos. He sentido lo insignificantes que somos. No ante la muerte, sino ante la vida. Lo pequeños que nos volvemos cuando nos arrastra el amor. No el nuestro, sino el de los demás. Y he llorado. No por los que se fueron, sino por los que nos quedamos.

 

7 comentarios

oso cavernario -

He leido varias veces tus lágrimas, pero me dejaron sin palabras. me provocan un acumulo de sentimientos vividos e identicas situaciones por las que también pasé. Cuando la vida nos presenta razones para llorar, hagamoslo, aliviaremos el alma, y luego demostremosle que tenemos mil y una razones para reír.

Abrazo de oso

Kaleidoscopio -

La muerte siempre te deja la oportundidad de reflexionar sobre lo poco que valoramos la vida, si solo se trata de vivir porqué el empeño en atesorar lo que tarde o temprano dejaremos para siempre? Un beso solidario.

gaia07 -

Un abrazo

Violeta -

En estas ocasiones nunca se que decir, me parece que cualquier cosa que diga no es suficiente para consolar la pena de la otra persona y por otro lado tampoco es suficiente para explicar el sentimiento que me embarga. Creo que como mejor me expreso es con un abrazo, una mirada, un beso suave dado con el corazon, como nada de todo eso puedo darte por aqui espero que tu imaginacion juegue a mi favor y puedas sentirlo aun sin verlo.
Como bien dice Calma, mejor dejarlo aqui, seguir seria no decir nada.
Besos dulces y sinceros.

Abril -

Si está página no fuera muda, si gritar fuera alivio para el dolor, dejaría en ella un grito que aliviara la pena pero… no puedo gritar porque mi voz se ahoga, porque las lágrimas inundan mi garganta, porque tengo una herida abierta, porque... me duele.
Lo siento.

María José -

Sólo sabemos apreciar la vida cuando nos ocurre algo, cuando estamos faltos de salud o vemos desgracias ajenas.
Es cierto que a la gente le gusta atesorar cosas aún sabiendo que cuando te vas lo haces solo con tu alma al igual que cuando vienes.
Sabes dar a tus escritos la realidad, pero dime una cosa, ¿aparte de que lo escribes lo prácticas?, sabes que soy muy curiosa.
Yo te diré por mi parte que nunca entre mis valores ha estado el de la riqueza, aunque eso no quita de que me gusten ciertas cosas que no puedo alcanzarlas pero que no me dan envidia. Las veo y pienso… quién lo tuviera… pero sigo con mis cosas con la misma alegría, para mí el mejor tesoro es estar bien con lo que tienes, que no por más tener eres más feliz.

calma -

Quiero decir tanto que no puedo, mis palabras no están a la altura de lo que has escrito, porque es así, tal como lo has expresado, muchas de las cosas que se sienten en los funerales de los seres queridos, de las buenas personas, y yo, por desgracia, llevo unos cuantos entre pecho y espalda. No necesito darte jabón, porque sabes de sobra que admiro cómo escribes, muchísimo, pero este texto es de diez, no le sobra ni le falta nada; escribir desde el corazón en este tema es muy difícil, siempre se cae en lo trágico o el lagrimeo, tú lo has hecho y además desde la entraña y llega y empapa.
Me callo ya porque seguiría y...para no poder decir nada...(sonrío).
Un beso